Un chico de pelo azul y silla de ruedas.
Albert Casals existe para que te des cuenta que estás con la boca llena de dientes esperando la muerte llegar, como dice la canción.
Tiene 21 años y viaja desde los 15 por el mundo, en una silla de ruedas y sin dinero. 6 meses con 20€ es bastante impresionante.
Aunque yo no quisera estar toda la vida de viaje, ni dormir en un parque o alojarme con el ladrón de turistas, vosotros sabéis más que de sobra que me encantaría un Gap year para viajar por el mundo, en avión, en barco, en bici, andando y porque no en camiñones como él…
El otro día cumplí 2 años de blogera y me di cuenta que llevo 2 años soñado con la vuelta al mundo. Hubo veces que la sentí con los dedos, otras que desistí de darla y decidí pasar todos los meses que mi dinero pudiera alcanzar en Asia, otras en que pensé que podría hacerlo en bicicleta… Cuentas y más cuentas de €/día, vuelos, traslados, actividades… números que por más bajos que fuesen, no me daban la seguridad de poder hacerlo.
Y entonces viene un niño, de pelo azul y en silla de ruedas que me dice que no hace falta nada de esto (pausa larga).
Habrá que llegar a un medio término, ni 8 ni 80. Países más baratos y menos tiempo de viaje. Ojalá llegue el día que todo encaje y que pueda por fin sentirme libre para contabilizar muchos momentos de felicidad absoluta en mi libreta.
En el libro de Albert Casals, “Sin fronteras” descubrí que él sabe exactamente a que me refiero y lo llama “ días blancos”.
«…días que, por alguna misteriosa razón, sientes que eres parte de todo lo que te rodea, que estás constantemente en el lugar y en el momento correctos, y que el universo está ordenado con total precisión de acuerdo con tus deseos más insignificantes. Yo los denomino «das blancos». (…)
no se trata de que todo ocurra exactamente como tú quieres, sino que tú lo quieres exactamente como ocurre.
No descubrí que existían tales días hasta que empecé a viajar
Uno de los requisitos indispensables para sentirse así es la libertad de tener que pensar solo en lo que te apetecerá hacer durante los próximos cinco segundos de tu vida.
Sabes, tengo muchos «momentos blancos», pero días enteros es más complicado, él dice que durante el viaje descubrió que podría tener además de días blancos, se-ma-nas blacas. ¿EH?! Quiero probarlo.
Pensar solo en los cinco segundos siguientes me ha pasado en el Camino de Santiago. Nunca me había pasado antes. No sé bien si se llama felicidad o simplicidad. Lo unico que te importa es subir la cuesta de este momento, comer la naranja ahora o dentro de dos minutos, sacar esta foto otra vez… pero es diferente, hay un esfuerzo físico y la sensación de avance, de superación…
Hay varios vídeos y entrevistas con Albert Casals, este creo que es de hace 2 años, pero es mi preferido. ¿A que entran las ganas de dejarlo todo?
PD. A los de la ofi que leáis esto:acepto patocinio. 😉
¡Que ganas de coger la mochila! Tiene razón, el miedo es sólo incertidumbre. Realmente cuando empiezas a viajar siempre se necesita mucho menos que lo que se creía en un primer momento 🙂
Me gustaMe gusta
¡Por supuesto! Me he dado cuenta que puedo prescindir de casi todo y con un presupuesto bastante ajustado, pero me gusta tener de donde tirar en caso de necesidad.
Me gustaMe gusta